9 marzo, 2012 By malgobierno

¿Qué es peor en Juan Pablo Castro, la desmemoria o la homofobia?

Pareciera que a este muy muy joven, casi puberto Diputado del PAN de la Asamblea Legislativa del DF le faltan algunos años de experiencia, prudencia pero sobre todo de memoria histórica pues todos los mexicanos fuimos testigos del momento en que Vicente Fox tramitaba su Cédula Profesional como si fuera un kilo de tortillas, cuando es sabido que es un trámite largo, complicado y muy muy tardado.

Sabemos que son los jóvenes quienes ocupan puestos importantes y que poco a poco han dado fuerza a los grupos juveniles de sus partidos, por un lado es buena noticia que la política tenga una «cantera» pero el ver lo varios tropiezos uno no sabe si mejor quedarse con los colmilludos políticos de antaño o con insolentes pubertos que se hacen llamar políticos y reclaman el derecho a un puesto político sin tener en mente la importancia de papel que pretenden jugar para la vida de México.

Jóvenes inmaduros, sin tacto ni experiencia, llenos de prejuicios y algunos con diarrea mental y verbal. Jóvenes como Ethán Peña que postea una imagen en su perfil de Facebook portando una metralleta, o Carlos Talavera y sus comentarios hacia las indígenas…igual en Facebook. Pues ahora le ha tocado a Juan Pablo Castro quien en tribuna tuvo una de sus peores intervenciones en la vida, y eso que apenas pasa de los 20 años.

Juan Pablo Castro se ha hecho notar no por su trabajo, propuestas o actividades destacadas, sino por una declaración para atacar al gobierno capitalino terminó por darse un balazo en el pie, pues la frase de «permitiendo el matrimonio de jotos» haciendo referencia a la modificación de ley en el DF que permite los matrimonios entre personas del mismo sexo. Juan Pablo podría apelar a la mala memoria de los mexicanos y a la premiación futura, digo por aquello de que a quienes se les cae el sistema en una elección federal, luego los postulan a una senaduría.

Pues bueno, entonces sin más, les compartimos lo que será el momento glorioso de Juan Pablo Castro en este inicio de su salto a la fama política.