16 noviembre, 2015 By malgobierno

Guerrero, un ejemplo más de corrupción desbordada

Los resultados de la corrupción desbordada, se puede ver en diferentes ciudades del país, en algunos municipios pero en Michoacán y Guerrero, las proporciones son enormes, pues parece que ambos Estados en su totalidad están infectados a todo nivel.

Narcotráfico,policía y burocracia contaminadas, fosas clandestinas, ejecuciones y otros tipos de crímenes, rebasan por mucho las buenas noticias. Los intentos del Gobierno Federal parecen sólo ser un ungüento que alivia los síntomas pero en realidad no se ha aplicado una verdadera cura. ¿Alguien sabrá cuál es? Tan fácil y complejo al mismo tiempo.

Guerrero se tiñe de sangre por lo menos una vez al día. Las notas en las que alguien muere de forma violenta son numerosas, no sólo policías, niños, mujeres, de igual forma se cuentan entre las víctimas. ¿A quién responsabilizar si este es el resultado de una serie de acciones conjuntas y añejas?

Hay numerosos reclamos para poner un alto a la violencia, pero a quién dirigirlos si las autoridades están implicadas. En qué momento Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Estado de México, Zacatecas, Coahuila, Veracruz…México, encontrarán la paz.

«Se corrompen aquellos políticos que aman «más la riqueza que la vida» Decía alguna vez Pepe Mujica, alguien más dijo de pronto que la transparencia sería un remedio para erradicarla, pero de qué sirve si en este punto los corruptos son juez y parte; es el mismo gobierno corrupto quien proclama una transparencia a medias.

No hay confianza en las instituciones y cómo confiar si se conforman por quienes han sido acusados de corrupción y aprovechan la falta de memoria colectiva; cómo si después de años quienes fueron defenestados regresan para ser aplaudidos en eventos multitudinarios o como invitados especiales a los recintos donde deberían garantizar la justicia.

Guerrero, el Estado que se ha sumado a una ola de violencia, que esperamos termine pronto.